La Corte que no fue

Gabriel Ocampo, José Roque Funes, Francisco Delgado, Martín Zapata, Facundo Zuviría, Bernabé López, José Benito Graña, Nicanor Molinas y Baldomero García fueron designados el 26 de agosto de 1854 por decreto de Justo José de Urquiza, para integrar la Corte de la Confederación Argentina, tal como lo preveía la Constitución de 1853. Esa Corte nunca llegó a constituirse y, en su lugar, Urquiza estableció una Cámara de Justicia provisoria cuya conformación incluía a algunos de los nominados en el listado original. 

En 1860, Santiago Derqui dejó sin efecto aquellas designaciones. Además, la reforma constitucional de ese año eliminó la cantidad fija de nueve ministros de la Corte, transfiriendo al Congreso la facultad de fijar el número. 

Ya disuelta la Confederación, en 1862 se sancionó la ley N° 27, que organizaba el Poder Judicial y preveía una Corte de cinco miembros. Entonces, el Senado prestó acuerdo a los magistrados que (con excepción de Valentín Alsina, quien finalmente declinó la propuesta) el 15 de enero de 1863 jurarían como los primeros miembros de la Corte Suprema de la Nación: Francisco de las Carreras, Salvador María Del Carril, Francisco Delgado y José Barros Pazos. 

Alsina se excusó por motivos de salud. Mitre intentó convencerlo, pero el entonces senador optó por continuar desempeñando su función parlamentaria. Así, la Corte se conformó con cuatro jueces hasta el 10 de junio de 1865, fecha en que fue nombrado José Gorostiaga para completar el cuerpo.